Abstract:
En países como el nuestro, cuyo medio cinematográfico es muy naciente y
poco creciente se da el caso de que se deja de lado lo teórico para dominar
rápidamente lo técnico, y empezar a trabajar lo más pronto posible,
generalmente de manera empírica. Es así que en nuestro medio se cuenta con
muchos editores, capaces de juntar el footage que se les pide, como por
ejemplo a la hora de armar un programa de televisión, pero con poco criterio de
lo que la imagen es capaz de comunicar si es que está bien manejada.
Criterios como la continuidad, la banda sonora, movimiento del y dentro del
cuadro, las relaciones espacio-temporales, ritmo y por supuesto temáticas,
deben ser dominados por el estudiante que pretenda ser un comunicador y
realizador audiovisual. Estos criterios son los que hacen a un Montajista, aquel
que más que un técnico se convierte en un artista a la hora de crear nuevas
experiencias, sobre todo en el medio audiovisual mundial de la actualidad que
acoge (a la vez que influye) el cada vez más frenético ritmo de la vida y de la
sociedad.
El presente trabajo, presentado a manera de material videográfico didáctico,
busca llenar un poco, un vacío en la educación audiovisual que se ha dado a
nivel nacional en las instituciones formadoras y que tiene que ver con lo más
importante del mismo lenguaje. La falta de la base teórica ha hecho que los
estudiantes sepan edición mas no MONTAJE; es decir que aprendan no sólo a
pegar pedazos de cinta sino a dar un sentido narrativo que surge del desglose,
análisis y creatividad que se consiguen sólo con el conocimiento de lo que se
ha hecho previamente en especial por aquellos considerados maestros o
padres de esta técnica-arte.
La era tecnológica es un arma importante en el desarrollo en los campos de
educación, social, psicológico y cultural pero si se los sabe aprovechar. No se
pretende seguir cosechando espectadores pasivos ante una pantalla, sino
establecer recursos discutibles, analizables, que generen movimientos, ingenio
y criticidad lógica.
