Abstract:
Para pacientes de la tercera edad que han desarrollado Diabetes mellitus tipo II en
el hogar del Adulto Mayor “San Ignacio de Loyola”, es primordial asumir que es una
enfermedad en la cual la actividad reguladora de la insulina es defectuosa debido a
una producción insuficiente de la misma o que el organismo hace un mal empleo de
ella, por lo que, un aumento inapropiado de insulina o una acción ineficaz de dicha
hormona en el cuerpo humano, puede alterar los niveles de glucosa.
Como este trabajo no abarca el campo de la medicina, sino el nutricional y
gastronómico, del hogar del Adulto Mayor “San Ignacio de Loyola” se ha centrado
sus esfuerzos en hacer notorio el problema de los excesos y las contraindicaciones,
el establecimiento de dietas y formas de preparación de acuerdo al problema de la
Diabetes mellitus tipo II y dedicado sobre todo, al hogar del Adulto Mayor “San
Ignacio de Loyola”, lugar que no cuenta con suficientes recursos económicos, que su
primordial actividad es el cuidado del adulto mayor y no una alimentación variada y
equilibrada, a través de sugerencias de menús sencillos, propicios para la tercera
edad, es decir, apropiadas para sus procesos naturales de envejecimiento, más aun
para evitar o mejorar las complicaciones de algunas enfermedades crónicas, por
ello, el lector encontrará un análisis sencillo de lo que debe ingerir el adulto mayor
paciente con Diabetes mellitus tipo II del hogar del Adulto Mayor “San Ignacio de
Loyola”, que padecen ciertas complicaciones y prohibiciones alimenticias
recurrentes.i
La diabetes mellitus es una enfermedad degenerativa que afecta a gran parte de la
población mundial. Hasta el momento dicha enfermedad no tiene cura definitiva, por
lo cual, se la debe combatir con tratamiento médico, nutricional y gastronómico.
Cabe resaltar que un paciente diabético de edad avanzada debe realizar grandes
cambios en su estilo de vida como: actividad física, alimentación equilibrada y
moderada y sobretodo acudir a su médico tratante constantemente.
Al realizarse la investigación en un centro de cuidados de debe educar en primer
lugar a los encargados de su alimentación, ya que ser diabéticos no es sinónimo de
restricciones ni mucho menos de mal gusto. En el centro de cuidado se debe
preparar menús atractivos a la vista y al paladar que contengan los nutrientes
necesarios y en la cantidad adecuada según las necesidades de los pacientes y que
contribuyan a mantener los niveles de azúcar en la sangre dentro de los parámetros
normales.